lunes, 13 de octubre de 2008

DESARROLLO HUMANO



- Sobre el concepto de desarrollo humano
El ser humano se encuentra en un constante cambio, no sólo en lo referido a los avances tecnológicos de lo cual estamos al tanto, sino también en todo lo que se refiere al desarrollo de individuo en sí mismo como persona. Es por ello que el concepto de desarrollo humano se ha ido alejando progresivamente de la esfera de la economía para incorporar otros aspectos igualmente relevantes para la vida, como la cultura, que también fue redefiniendo su papel frente al desarrollo.
Así pues el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) define hoy al desarrollo humano como "el proceso de expansión de las capacidades de las personas que amplían sus opciones y oportunidades". Tal definición asocia el desarrollo directamente con el progreso de la vida y el bienestar humano, con el fortalecimiento de capacidades relacionadas con todas las cosas que una persona puede ser y hacer en su vida en forma plena y en todos los terrenos, con la libertad de poder vivir como nos gustaría hacerlo y con la posibilidad de que todos los individuos sean sujetos y beneficiarios del desarrollo.
Ya la cultura no es lo valiosamente accesorio, el cadáver exquisito que se agrega a los temas duros del desarrollo como el ingreso per cápita, el empleo o los índices de productividad y competitividad, sino una dimensión que cuenta decisivamente en todo proceso de desarrollo tanto como el fortalecimiento institucional, la existencia de tejido y capital social y la movilización de la ciudadanía.
La cultura es primaria, se encuentra junto al individuo desde el comienzo, no existe persona que no tenga cultura, todos somos parte de una cultura que nos atraviesa a todos; por lo que la idea de cada uno de nosotros debe ser que los niños, adolescentes y jóvenes puedan accionar sobre ese imaginario de cultura para mejorar de esta manera el nivel de vida y el grado de desarrollo integral de cada persona; logrando así no sólo un desarrollo solitario, sino por el contrario, se logra un avance y desarrollo integral colectivo.
La cultura pertenece a todos, no podemos hablar de incultos, puesto que cada grupo social tiene una cultura diferente, de la cual nosotros podemos aprender algo de ellas o viceversa; pero algo que tienen todas las culturas en común es que siempre quieren ser mejores.






Un país en el que todos los niños, niñas y adolescentes puedan crecer sanos y bien protegidos, en el que puedan desarrollar su potencial y ejercer todos sus derechos: éste es el país con el que UNICEF sueña y para el cuál trabaja incesantemente. México ha dado grandes pasos en esta dirección en las últimas décadas. Los indicadores básicos demuestran claramente los progresos: en 1990, de cada 1,000 niños nacidos vivos en México, 44 morían antes de cumplir los 5 años de edad. La mortalidad de menores de 5 años bajó a 24 por cada 1,000 niños en 2004. En lo referente a la cobertura educativa el avance también ha sido notable. Entre 2000 y 2005, la cobertura de educación primaria se incrementó de 98.5% a 99.7%; mientras que la de secundaria pasó de 70.1% a 74.4%. En el caso de la preescolar, aumentó de 50.2% a 67%. Este desarrollo positivo se ha sustentado en los compromisos que México ha asumido con su infancia en el ámbito internacional y nacional, entre ellos la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990. El Informe de Avance sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) 2006 de México indica que la mayoría de los 8 ODM están cerca de cumplirse o ya han sido alcanzados. Adicionalmente, el país se ha comprometido a lograr una serie de metas adicionales denominadas “Más allá del Milenio”, particularmente en acceso y calidad de la educación, salud y reducción de la pobreza. Sin embargo, de persistir las actuales tendencias, parece poco probable el cumplimiento de las metas relacionadas con la erradicación del hambre, el mejoramiento de la salud materna y el VIH/SIDA, por lo que se requerirán esfuerzos adicionales para su cumplimiento. México tiene una de las distribuciones del ingreso más desiguales del mundo. Cifras del año 2006, muestran que el 10% más rico de la población concentra 35% del ingreso total, mientras que al 40% más pobre le corresponde el 15%. Alrededor de 49 millones de mexicanos son pobres, según las estimaciones de la Encuesta de Ingresos de 2005. De ellos, 22.7 millones, es decir, 58%, son niños, niñas y adolescentes. La pobreza, la desigualdad y la exclusión se encuentran entre las principales causas de la migración a los Estados Unidos de América. Se estima que aproximadamente medio millón de mexicanos emigra a ese país anualmente. Durante 2006, más de 28,800 niños, niñas y adolescentes no acompañados por adultos fueron repatriados desde Estados Unidos. México, por su parte, repatrió, desde su frontera sur, a cerca de 11,800 personas menores de 18 años a sus países de origen.Estimaciones del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) indican que, en 2002, trabajaban aproximadamente 3.3 millones de niños y niñas entre 6 y 14 años. Una cuarta parte de los niños que trabajan no asiste a la escuela, y menos del 10% de los niños jornaleros o hijos de migrantes jornaleros agrícolas (alrededor de 300 mil) tiene acceso a la escuela.La violencia en contra de los niños, niñas y adolescentes es un problema severo en México, ya que todavía es aceptada como método de educación y corrección. Los tipos de maltrato más recurrentes son el físico, el emocional y la omisión de cuidados. Entre 2002 y 2004, las denuncias confirmadas de maltrato infantil se incrementaron 65% en el país, e incluso aumentaron en 967% en algunos estados.En 2005, 14.9 millones de mexicanos, (más del 14% de la población), son adolescentes (entre 12 y 18 años). Estos jóvenes enfrentan diversos desafíos, incluyendo los educativos (falta de acceso, bajo desempeño en términos de calidad y deserción escolar), la necesidad de ser protegidos contra la violencia, y el acceso a servicios de salud reproductiva.Aún falta mucho para constatar el pleno cumplimiento de todos los derechos de los niños y niñas. UNICEF trabaja en México desde 1954, acompañando y apoyando al país en sus esfuerzos de ofrecer a su infancia una vida digna, libre y plena.
Un aliado importante en esta tarea es el
Consejo Consultivo de UNICEF México, un grupo de ciudadanos comprometidos con los derechos de la niñez, que pertenecen a diversos ámbitos de la sociedad mexicana como el sector privado, la academia, el medio político, la cultura y los medios de comunicación.




No hay comentarios: